Ultimo dia, dormi 12 horas, tome un cafe durante 2 horas hasta que se cargo el movil. A parte añadi uvas y pasta al desayuno para tener energia suficiente. Segun el gps en linea recta eran 70km mas hasta casa, chupao, eran unas 4 horas. Pero se convirtieron en 110 km y unas 8 horas.
El camino esta lleno de subidas puñeteras, y caminos deserticos. El dia era gris y se pondría mucho mucho mas gris. Hasta Market Harborough el viaje fue cansado. Vi alguna abadia rara, y mucho campo.
De esta ciudad, que no tiene mucho, pero al menos tiene un Tesco muy guapo, fui a Northampton haciendo una parada tecnica. Recomendacion, nunca hacer nada en un campo de ortigas, parece una tonteria, pero los apretones no entienden de plantas y luego hay consecuencias...
El camino verde es la leche, es la M40 de las bicis, un lujo, plano, con 2 tuneles de medio km sin luz, sin trafico, perfecto. El tunel, lo admitimos, te cagas, no ves nada, la luz no te permite distingir si hay o no muertos vivientes, de verdad que no debí ver 28 dias despues. Pero vamos, que si no se te a quitado el miedo con el primero tienes un segundo tunel, y pensar que la gente paga dinero por entrar en las casas del terror teniendo esto. Estoy de broma, por supuesto que no me dio miedo, es por darle un toque de humor al texto...
En Northampton no hice mucho turismo, entre por un barrio con malas pintas, la destileria de Carlsber estaba por ahí y parecia un espejismo, necesitaba llegar a casa. El camino era facil, llegar a Towcester y luego hecho, ya lo conocia de mi anterior viaje desde Birmingham.
Cuando quedaban 10 km para llegar, empezo a llover, los pantalones y deportivos me pesaban 2 o 3 kilos por el agua que chuparon en cada pierna, cuando pasaba con charcos cerraba los ojos porque las ruedas me salpicaba en los ojos, muy heroico todo, pero cada vez que via a un coche con su calefacion, radio puesta, comodos, lo unico que pensaba que serian unos gordos de mierda por no ir en bici, el unico consuelo que encontre.
Llegada a casa, y a poner a secar todo, todo. En resumen, buena experiencia, aunque ahora tengo doloridas las muñecas y las rodillas, pero nada del otro mundo. La idea es que si me hubiera quedado en casa haciendo nada, seguro que no me dolerian.